viernes, 23 de marzo de 2012

En mis oídos el gran regalo que me hiciste aquel 20 de Abril, con él remoloneo en nuestros días en el sofá de la habitación y las nuestras madrugás en la lumbre. 
Un armario que llora por el espejo en el que se miraban todos los domingos, una cómoda a juego, una máquina de coser Alfa, los óleos, los pinceles. Todos duermen donde antes vivía el altavoz, los ratos que me diste de consuelo, los cigarros de té, la gabardina que tan elegante vestía a la chica recién llegada de Hong Kong, nuestros escritos, risas, llantos, curiosidades, el escondite de Trasgo, de cuando lo buscábamos...



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Regálame un instante...